12,00 € IVA incluido
Solo quedan 1 disponibles
Scarab Lords es un juego de cartas de Reiner Knizia. El Faraón Oscuro ha caído y las tierras del Hekumet albergan ahora al caos. A lo largo del Gran Río, desde las cataratas superiores hasta el bajo delta, las Grandes Casas se disputan el control de este reino. Al final, sólo una Casa se hará con la supremacía de todo el Hekumet. ¿Será la tuya?
Scarab Lords es un juego de cartas de Reiner Knizia. El Faraón Oscuro ha caído y las tierras del Hekumet albergan ahora al caos. A lo largo del Gran Río, desde las cataratas superiores hasta el bajo delta, las Grandes Casas se disputan el control de este reino. Al final, sólo una Casa se hará con la supremacía de todo el Hekumet. ¿Será la tuya?
Además de alto, fuerte y feroz, Yobuko es joven y relativamente inexperto, que es quizá lo que más miedo da de él. Su poder y su destreza ya rivalizan con los de muchos de sus maestros. Aprecia ponerse a prueba contra Onis de pura raza dos veces más grandes que él. Esos «combates amistosos» a veces se tornan tan violentos que sus compañeros de Clan temen que la montaña se derrumbe sobre sus cabezas.
Siempre ansioso por ayudar y siempre con una sonrisa, una palabra amable o un chiste a punto, Yokozuna acostumbra a llevar a Shojo sobre sus anchos hombros cuando está ebria. Curiosamente, él raramente bebe; aunque se rumorea que, en su juventud, se bebía tabernas enteras hasta secarlas sin emborracharse, que es algo que Shojo considera una terrible tragedia.
Los Yamazaru son un pueblo robusto, feroz, espiritual y campechano. Aunque muchos de ellos valoran el estoicismo y el pragmatismo, pues son rasgos necesarios para sobrevivir en los duros entornos montañosos que les son predilectos, también tienen una faceta muy bromista. Les gusta gastarse bromas entre ellos y también gastárselas a cualquier forastero que desafíe las montañas para visitarlos o comerciar con ellos. Aparte de esto, sienten mucha curiosidad por las cosas nuevas.
Los Tanchyo tienen fuertes lazos con los espíritus del Aire y de la Tierra con los que comparten los grandes bosques. Ven como su sagrado deber el defender los bosques de la intrusión de la cultura humana y mantenerlos impolutos para enriquecimiento de las generaciones venideras.
Ya desde joven, Ryu mostraba talento para la alquimia y pudo iniciarse como aprendiz en esa profesión con su padre. Sin embargo, durante un funesto viaje, fueron víctimas de un despiadado grupo de bandidos, pero él sobrevivió y unos monjes errantes lo encontraron. Mientras crecía en su monasterio, Ryu se convirtió en un luchador fuerte y centrado con un comprensible odio hacia aquellos que abusan de los débiles.
