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Hace siglos, Jorogumo salvaba de ahogarse a los incautos y los desafortunados. Pletórica de palabras amables, los llevaba a su casa y les daba ropa seca y sopa caliente. Lentamente, los envenenaba y los usaba para siniestros y terribles hechizos. La magia que empleaba era más de lo que la tierra podía soportar y la misma Kagejima maldijo a esa malvada mujer con una forma que evoca su horrenda naturaleza.
Hace siglos, Jorogumo salvaba de ahogarse a los incautos y los desafortunados. Pletórica de palabras amables, los llevaba a su casa y les daba ropa seca y sopa caliente. Lentamente, los envenenaba y los usaba para siniestros y terribles hechizos. La magia que empleaba era más de lo que la tierra podía soportar y la misma Kagejima maldijo a esa malvada mujer con una forma que evoca su horrenda naturaleza.
CONTENIDO
1x miniatura montada de Jorogumo, 1x carta de Referencia de Jorogumo.
Los Tora son, al igual que su tótem, el Tigre, un pueblo orgulloso y altanero, siempre dispuesto a lanzarse para tomar la iniciativa o estar en ventaja. A los Tora les resulta difícil entender o creer a cualquiera que no luche por sus ideas o que no exprese sus emociones con vehemencia. El honor es extraordinariamente importante para los Tora y lo persiguen y defienden con todo lo que da de sí su intensa pasión.
Muchos Clanes se niegan a viajar por las tierras de los Ijin, incluso por mar, porque los lugareños no solo son difíciles de tratar, sino que también son extremadamente severos con los forasteros y tienen propensión a encerrar a los viajeros en jaulas de hierro ocultas en las profundidades de las montañas. Los Ijin pueden ser indómitos y crueles, pero a los forasteros que son capaces de demostrar su fuerza se les trata con respeto, y se les concede el privilegio de tratar y comerciar con el Clan.
Arashikage puede valerse de los estilos del Fuego y del Agua con igual destreza y esta combinación le mostró su verdadero camino: el equilibrio perfecto entre escuelas y Clanes. Ese equilibrio se hizo añicos cuando presenció cómo uno de sus compañeros de estudios asesinaba aparentemente a su maestro Tora. Juró venganza y, desde entonces, camina incansable en busca del asesino.
En realidad, pocas personas han visto a Ishikawa Goemon, pero casi todos conocen su nombre, ya sea por historias narradas al calor del fuego o por sus carteles de «Se busca». Pese a ser un hombre perseguido, Goemon ha luchado en los últimos tres Torneos de la Luz de la Luna, desafiando a las autoridades a que lo detengan. Nadie lo ha intentado, lo que no ha hecho más que envalentonarlo.
Los Ika son más que simples pescadores y comerciantes. La Princesa en persona les ha encomendado la vigilancia y protección de las costas de Kagejima. De disciplina férrea, estratégicamente brillante y despiadada en la batalla, Mizuchi, su navío el Honor de Ishika y una salva de flechas ardientes son a menudo las últimas cosas que ven los aspirantes a invasores.
